El Sol, la Luna y las Estrellas eran los habitantes del cielo. Todos eran diferentes pero a la vez compartían algo en común.
El Sol se llevaba muy mal con la Luna porque se peleaban con la parte del día que les tocaba gobernar, porque en el cielo no es como en la vida humana que el gobernante solo es una persona no, allí se turnaban y cada uno gobernaba una parte del día.
Ese día, como todos los días, el Sol finalizó su turno por la tarde sobre las ocho, pero había algo de raro en ello porque la Luna era muy impaciente por empezar a gobernar pero ese día no estaba, esa tarde-noche no apareció.
Como todos sabemos las estrellas suelen aparecer siempre de noche junto a la luna, y aunque no se llevan mal con el Sol nunca suelen ir acompañadas de este.
Esa noche ellas también aparecieron pero en este caso solitarias.Se empezaron a preocupar, también el Sol lo hizo y como el Sol ya se había apagado porque el turno de hacer de gobierno había acabado, una de las estrellas, la más bonita y brillante le prestó uno de sus picos para que le diera luz y le fuera a buscar.
Alli la encontro perdida
Desde entonces son amigas todas y comparte todo.